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| Nayem Gareh, 14 años |
Justo en el momento en que preparaba mi mochila para partir hacia los campamentos de refugiados saharauis se cumplían los primeros 20 días desde que el pasado 9 de octubre se erigieron un buen puñado de jaimas a las afueras de El Aaiún. Esta acampada espontánea (Agdaym Izik), reunió entre 10.000 y 15.000 saharauis. El día 24 de octubre moría, bajo el fuego del ejército marroquí, el niño Nayem el Gareh, de 14 años. Esta fue la primera víctima mortal de este nuevo y determinante episodio de la represión del Reino de Marruecos en el territorio ocupado del Sahara Occidental.La mecha estaba preparada
Pero esta no es más que la consecuencia de 35 años en los cuales Marruecos ha practicado una política de marginación hacia los saharauis, humillándoles en su propia tierra, desde el expolio de los fosfatos y de la pesca, con una cada vez mayor presencia de los colonos marroquíes en los puestos más importantes de la Administración y una represión feroz contra los principios básicos de la libertad.
Esta actitud ha dado como fruto el campamento de Agdaym Izik. Nada han hecho los gobiernos españoles ante la situación del pueblo saharaui; menos aún los estados aliados de Marruecos (EE.UU y Francia); la MINURSO (ONU) es un mero observador y por tanto cómplice del incumplimiento de sus propias resoluciones y lo que es si cabe más grave, de las reiteradas violaciones de los Derechos Humanos en el Sahara Occidental. Agdaym Izik era, en definitiva la respuesta de la sociedad civil y un grito desesperado contra la impunidad y la represión que se vive desde 1975 hasta hoy el pueblo saharaui en su propio territorio.
Sin embargo, para el gobierno marroquí, que los saharauis exijan sus derechos es del todo inaceptable.
La mecha estaba encendida.
Subidos en camiones y en todoterrenos miles de gendarmes y de agentes de las Fuerzas Auxiliares, un cuerpo que depende del Ministerio del Interior, y de soldados rodearon Agdaym Izik. El objetivo inicial era tratar de impedir el acceso a aquellos que deseaban incorporarse a la protesta o, del mismo modo, impedir el abastecimiento de agua y alimentos. Mientras tanto Rabat comenzó su campaña de control mediático y la prohibición de entrada de periodistas españoles.
La mecha seguía su imparable camino.
Marruecos, no podía esperar más. Demasiados riesgos, Aljazeera TV, las televisiones y medios de comunicación españoles, la prensa internacional. Era el momento de acabar con esta “crisis”…
La mecha se acabó y la explosión dio paso a lo inevitable.
Europa Press y Sahra Thawra
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El campamento en llamas gracias
a la violenta intervención del ejército marroquí |
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Niños heridos, hombres asesinados a sangre fría,
camiones militares llenos de cadáveres de saharauis... |
Los activistas escondidos en el Aaiún denuncian un "genocidio".
Recién llegado de los campamentos... al menos 30 muertos saharauis, 723 heridos y más de 150 personas todavía desaparecidas; todas, probablemente muertas. ¿Qué más tiene que pasar?. El genocidio ha comenzado.
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